Page 164 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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el Valhalla.
El fin que perseguía Alan era la hiperpropulsión
de Cavour. Se dejaría proteger por el tahúr para
conocer mejor las cosas de la vida. Nada perdería
en hacer la prueba. Tenía que inventar, y lo
inventaría, un sistema de propulsión que hiciera
navegar a las astronaves a mayor velocidad que la
luz.
Ya en el piso de Hawkes, éste obsequió al mu‐
chacho con una copita.
—Para celebrar la constitución de nuestra so‐
ciedad —dijo el jugador.
Alan aceptó la copa y se la bebió. El licor le
abrasó la garganta un momento, y pensó el joven
que jamás se aficionaría a la bebida. Sacó un objeto
de uno de sus bolsillos. Hawkes, al verlo, mostró su
extrañeza frunciendo el ceño y preguntando:
—¿Qué es eso?
—Mi reloj calendario. Todos los astronautas te‐
nemos uno. Por él sabemos nuestra edad cronológi‐
ca cuando estamos a bordo. ¿Ve usted? Aquí dice:
«Año 17, Día 3». Cada veinticuatro horas de tiempo
subjetivo, cambia el día; y al llegar a trescientos se‐
senta y cinco días, el año. Me parece que, de ahora
en adelante, no voy a necesitar más este reloj. Estoy
en la Tierra. Cada día que pasa no es más que un
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