Page 166 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
P. 166
acompañó a Hawkes. Se ponía detrás de su maestro
para aprender la técnica que éste empleaba. Al em‐
pezar la segunda semana el joven jugaba ya en los
locales de la categoría C situados cerca de los de la
categoría A en que operaba Hawkes.
Cuando el joven preguntaba a Hawkes si debía
inscribirse en el Registro de No agremiados, el ta‐
húr le respondía:
—Todavía no.
—Pero ¿por qué? Ya hace una semana que soy
jugador profesional.
—Porque no hace falta. No lo manda la ley.
—Yo quiero inscribirme. Tengo ganas de es‐
tampar mi firma en algún documento, para demos‐
trar que resido en la Tierra.
Los serenos ojos azules de Hawkes miraron de
una manera extraña a Alan, que a éste le pareció
amenazadora.
—No quiero que pongas tu firma en ningún pa‐
pel ni que te inscribas en el Registro de No
Agremiados. ¿Te enteras?
—Sí, pero…
—¡Sin pero!
Alan refrenó su cólera. Estaba acostumbrado a
obedecer. Hawkes sabía más que él. De todas
formas dependía del tahúr y no quería enojarle
165

