Page 77 - STARMAN'S QUEST - Silverberg Robert
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—¿Se niega en redondo? —dijo el robot con voz
en la que había un acento de incredulidad—. Todo
el mundo juega a este juego, ¿sabe usted? Negarse
es una actitud negativa de consumidor, es
anticiudadano, es hacer un mal negocio, es no que‐
rer alternar con otras personas, es…
Alan, exasperado, dio un empujón al robot, el
cual cayó de espaldas con una facilidad en verdad
sorprendente, produciendo un gran estrépito.
—¿Está seguro…? — empezó a decir la má‐
quina.
Y luego la voz del robot fue reemplazada por un
zumbido que era el ruido que producían los
engranajes al desengranarse.
—¡Lo he roto! —exclamó Alan, mirando al caído
robot, que había quedado en posición supina—. No
ha sido culpa mía. No me dejaba pasar.
—Mejor será que nos marchemos — dijo Rata.
Pero ya era demasiado tarde. Un hombre corpu‐
lento, embutido en un abrigo, abrió la puerta del
garito y se encaró con el joven astronauta.
—¿Qué has hecho? ¿Qué le has hecho a nuestro
empleado?
—No me dejaba pasar, me agarró y quiso ha‐
cerme entrar ahí a viva fuerza.
—Y ¿qué? Para eso está. La ley autoriza el
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