Page 494 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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—No —dijo Jane—. Creo que no.



           —Mmm  —repuso  la  harmagiana—.  Creo  que  os


           dejaré en las cuevas de todos modos.









           SIDRA



           ¿CÓMO tenía Azul tanta paciencia? Sidra se lo había


           preguntado a menudo. Quizá era algo en sus genes;


           algo  que  sus  creadores  le  habían  incrustado  en  el


           código  orgánico.  (¿Era  entonces  algo  menos


           admirable  si  había  sido  insertado,  en  vez  de


           cultivado intencionadamente y con esfuerzo? Sidra


           esperaba que no). Fuera cual fuera el motivo, a ella le


           gustaba aquella cualidad. Pepper había estado de los


           nervios desde que se marcharon de Coriol. Comía a


           horas  intempestivas,  dormía  poco,  desmontaba  y


           montaba  cosas  que  estaban  bien.  En  compañía  de


           Pepper,  Azul  había  sido  el  de  siempre:  calmado,


           sereno, dispuesto a ayudar. Sin embargo, cuando no


           estaba con ella, Sidra había visto la preocupación en


           su mirada, el modo distraído en que miraba por las


           pantallas. Pero nunca dejaba que aquello emergiera


           en  las  interacciones  con  su  compañera,  que


           claramente se beneficiaba de la compañía de alguien


           que no lo estaba desmontando todo. Paciencia. Era


           un rasgo loable, y Sidra había hecho lo posible por






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