Page 222 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 222
catorce años, quizá quince; era baja y gorda, y, sin
embargo, la había observado con verdadera avidez.
«Bueno, ¿es acaso culpa mía?», se irritó
súbitamente, dejándose dominar por la rabia.
«¿Qué se supone que voy a hacer, convertirme en
monje?».
Observó que le temblaba la mano al servirse
agua. Vio que ésta se derramaba por los bordes del
vaso de plástico rojo y caía sobre su muñeca.
Aquello le produjo la misma sensación que tener un
trozo de hielo en la garganta, en su ardiente
garganta.
Se preguntó qué edad tendría realmente.
Un escalofrío le recorrió la espalda mientras
seguía masticando. A través de la polvorienta
ventana contempló a Catherine, que estaba tendida
boca abajo leyendo una revista. La veía de lado,
estirada sobre una manta, con la barbilla apoyada
en una mano, y volviendo lentamente las hojas con
la otra.
Tenía la garganta seca, pero no se dio cuenta; ni
siquiera lo pensó cuando tuvo que aclarársela.
Apretó sus minúsculos dedos contra la áspera
superficie de la pared.
No, no podía tener menos de dieciocho años, se
comentó a sí mismo. Su cuerpo estaba demasiado
desarrollado. Sólo había que fijarse en el volumen
222

