Page 262 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 262
corpino del vestido con diminutas manos de
alabastro.
—Soy Scott Carey —dijo, con un hilo de voz a
causa de la impresión recibida.
—Scott Carey —repitió ella. No parecía conocer
el nombre—. ¿Es usted…? —la voz le falló—. ¿Es
usted… como yo?
Él estaba temblando.
—Sí —contestó—. Sí.
—¡Oh! —fue como si lanzara un suspiro.
Se observaron mutuamente.
—La… la he oído cantar —dijo él.
—Sí… —una sonrisa nerviosa contrajo sus
labios pálidos—. Por favor… —dijo—. ¿Quiere
pasar?
Entró en el remolque sin vacilar. Le hacía el
efecto de que la conocía desde hacía largos años, y
de que volvía de un largo viaje. Vio las palabras que
había en la puerta: «Señora Pulgarcita». Se la quedó
mirando con ansiedad.
—Es… ha sido una sorpresa —dijo ella. Meneó
la cabeza, y volvió a aguantarse el corpino de su
vestido amarillo—. Es una verdadera sorpresa —
dijo.
—Lo comprendo —repuso él, mordiéndose el
labio inferior—. Yo soy el hombre menguante —
soltó, deseoso de que ella lo supiera.
262

