Page 288 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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sacudiendo la cabeza, tomó carrerilla y saltó el
hueco existente entre dos listones.
No le resultó tan fácil como imaginara. Apenas
había llegado al otro lado, cuando el dolor que le
ocasionó aterrizar sobre la pierna de la rodilla
hinchada le hizo lanzar un grito. Se sentó
rápidamente, con el rostro contraído.
—Dios mío, Dios mío —murmuró. Sería mejor
que no volviese a hacerlo.
Al cabo de un minuto, se levantó y atravesó
cojeando el ancho listón siguiente, con el hilo tras
él.
Al llegar al próximo hueco, lanzó el hilo al otro
lado. Descolgó cuidadosamente la lanza, con la
intención de tirarla también, para no tener que
soportar su peso. Además, intentaría aterrizar
sobre la pierna sana.
Tiró la lanza por encima de la abertura. Su
afilada punta se hundió en la madera naranja y el
alfiler saltó por los aires, ya que su propio peso
desclavó la punta. Scott estaba retrocediendo para
coger impulso cuando vio que el alfiler rodaba
pendiente abajo.
¡Se caería por la siguiente abertura!
Sin pensarlo dos veces, corrió hasta el borde del
listón y dio un gran salto. Volvió a caer sobre la
pierna enferma y su rostro se contrajo de dolor. No
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