Page 306 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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seguida, al ver que se sobresaltaba ante el elevado
timbre de su voz—. Están en el coche —dijo, en voz
más baja.
—Oh —regresó a la habitación.
—Iré a buscarlos —dijo ella—. Mientras tanto,
tú puedes inspeccionar la casa.
Se marchó. Él la sintió atravesar el gran salón a
través de las vibraciones del suelo. Después, la otra
puerta principal se cerró con un golpe sordo y él
miró su nueva casa.
A mediodía, todos los muebles estaban en su
lugar. Hizo que Lou empujara la casa contra la
pared que había detrás del sofá, para disfrutar de la
intimidad y la protección de cuatro paredes. Beth,
que había recibido órdenes estrictas, no se acercaba
a él, pero ocasionalmente el gato entraba en la casa
y entonces había peligro.
También hizo que Lou metiera un alargo
eléctrico en la casa, a fin de usar una pequeña
bombilla de árbol de Navidad a modo de luz. En su
entusiasmo, Lou se había olvidado de que
necesitaría luz. A él también le hubiera gustado
disponer de agua corriente, pero eso, por supuesto,
fue imposible.
Se trasladó a la casa de muñecas, pero los
muebles no estaban diseñados para ser
confortables, ya que las muñecas no tienen
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