Page 304 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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«Vida en una casa de muñecas» había sido el
título de un capítulo de su libro; el último capítulo.
Después de acabarlo, se dio cuenta de que no
podría seguir escribiendo. Incluso el más pequeño
de los lápices le resultaba tan grande como un bate
de béisbol. Decidió conseguir una cinta
magnetofónica, pero se encontró incomunicado
antes de que eso fuera posible.
Sin embargo, eso ocurrió después. En aquel
momento medía veinticinco centímetros de
estatura y Louise apareció un buen día con una
gigantesca casa de muñecas.
El estaba descansando sobre un almohadón
colocado debajo del sofá, donde Beth no podía
sentarse accidentalmente. Observó cómo Lou
dejaba la casa en el suelo y entonces se apresuró a
salir de debajo del sofá y se levantó.
Lou se puso de rodillas y se inclinó hacia él para
acercar el oído a su boca.
—¿Por qué la has comprado? —preguntó él.
Ella contestó en voz baja para que el sonido de
su voz no hiriese sus oídos.
—He creído que te gustaría.
Estuvo a punto de decir que no le gustaba nada.
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