Page 74 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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                   Estaba agarrado al borde de la caja de galletas


            abierta,  y  miraba  al  interior  con  aturdimiento  e


            incredulidad.


                   Estaban podridas.



                   Siguió  con  los  ojos  fijos  en  aquel  horrible


            panorama:  galletas  cubiertas  de  telarañas,  sucias,


            mohosas  y  empapadas  por  el  agua.  Ahora  se


            acordaba, demasiado tarde, de que el fregadero de


            la cocina se encontraba justo encima, que una de las


            cañerías tenía una grieta y que el agua caía al sótano


            cada vez que se utilizaba el fregadero.


                   No podía hablar. No había palabras lo bastante


            horribles para expresar la enloquecedora impresión



            que recibió.


                   Siguió mirando, con la boca abierta y una total


            inexpresividad en la cara. Ahora moriré, pensó. En


            cierto modo, era una perspectiva consoladora. Pero


            los  retortijones  que  el  hambre  le  ocasionaba


            borraban todo consuelo, y la sed empezaba a añadir


            un nuevo dolor y sequedad a su garganta.



                   Meneó  irregularmente  la  cabeza.  No,  era


            imposible,  era  imposible  que  hubiese  llegado  tan


            lejos para acabar de aquel modo.


                   —No…  —murmuró,  comprimiendo  los  labios






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