Page 77 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
P. 77
cuando la primera gota cayó sobre su cabeza,
rociándole completamente. La segunda gota se
estrelló contra su cara con un helado y cegador
impacto. La tercera se convirtió en cristalinos
fragmentos al chocar con su hombro derecho.
Con una exclamación, dio marcha atrás en la
caja, pisando una miga. Tropezó y se cayó sobre la
alfombra de blanca masa, pero se levantó con
rapidez sacudiéndose la túnica y las manos. Cerca
de él, las gotas seguían cayendo en un torrente que
llenaba la caja con un vapor que la iba cubriendo.
Echó a correr.
Cuando llegó al otro extremo de la caja, se
detuvo y giró en redondo, mirando con terror las
enormes gotas que se estrellaban sobre el papel
encerado. Se llevó una mano a la cabeza. Había sido
como recibir el golpe de una almádena recubierta
de tela.
—Oh, Dios mío —murmuró roncamente,
deslizándose por la pared de papel encerado hasta
quedar sentado sobre la masa, con las manos en la
cabeza, los ojos cerrados y minúsculos sollozos de
dolor en la garganta.
Había comido, y su irritada garganta estaba
mucho mejor. Había bebido las gotas de agua
adheridas al papel encerado. Ahora se hallaba
recogiendo un montón de migas.
77

