Page 85 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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y realizado otro inútil viaje al pasado? La memoria
era, realmente, algo que no servía para nada. Nada
de lo que recordaba le era asequible. Sólo constaba
de actos y sentimientos fantasmales, de todo lo que
era inasequible excepto el pensamiento. No
proporcionaba ninguna satisfacción. Sólo hería…
Se detuvo al borde del tablero de la mesa,
preguntándose cómo iba a descolgarse hasta la tira
desclavada. Estaba indeciso; cambiaba el peso de
una pierna a otra y movía rápidamente los dedos
del pie levantado. Empezaban a enfriársele. El
dolor de la pierna derecha también había vuelto;
casi se había olvidado de él mientras recogía las
migas, pues el constante movimiento lo
desentumecía y calentaba. Y la garganta empezaba
a inflamársele de nuevo.
Dio la vuelta a la lata de pintura cuya asa había
agarrado con anterioridad y, apoyando la espalda
en ella, empujó. La lata no se movió. Cambiando de
posición, plantó firmemente los pies y empujó con
todas sus fuerzas. La lata siguió sin moverse. Scott
paseó a su alrededor, respirando con esfuerzo. Con
gran dificultad, logró estirar ligeramente el asa para
que sobresaliera por encima del borde de la mesa.
Descansó un momento, se columpió sobre el
espacio y se quedó colgado en el aire hasta que sus
pies encontraron la tira de madera y se apoyaron en
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