Page 86 - El Increible Hombre Menguante - Richard Matheson
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ella.
Puso una mano en la superficie de la mesa.
Después, tras un momento de comprobar el
equilibrio, soltó el asa del bote de pintura y se
descolgó rápidamente. No consiguió apoyar los
pies en el saliente, pero se asió a él en uno de los
convulsivos movimientos de sus brazos, y se
encaramó.
Al cabo de unos segundos dio un salto hasta el
larguero.
El descenso por la pendiente de varas
espaciadas fue sencillo; demasiado sencillo para
evitar el regreso de los recuerdos. Mientras se
deslizaba por la pendiente, pensó en la tarde en que
llegó a casa después de hablar con Marty.
Recordó la quietud que reinaba en el
apartamento, ya que Lou y Beth habían salido de
compras. Recordó que se fue al dormitorio y se
sentó al borde de la cama, donde permaneció largo
rato mirando sus colgantes piernas.
No hubiese podido decir cuánto rato transcurrió
hasta el momento en que levantó la vista y vio uno
de sus antiguos trajes colgado en la parte interior de
la puerta. Lo miró, y después se levantó y se acercó
a él. Tuvo que subirse a una silla para alcanzarlo.
Lo sostuvo un momento entre sus brazos. Después,
sin saber exactamente por qué, descolgó la
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