Page 659 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
P. 659
Tharasmund permaneció en silencio un momento. Al
fin preguntó:
—¿Vendréis al menos con nosotros? Seguro que el rey
os prestará atención.
El Errante continuó un tiempo sin hablar, hasta que
por fin dijo lo siguiente:
—Sí, veré qué puedo hacer. Pero no prometo nada.
¿Me oís? No prometo nada.
Y así partió con los otros, como cabeza del grupo.
Ermanarico tenía residencias por todo el reino. Él, sus
guardias, sabios y sirvientes viajaban de una a otra. Las
noticias eran que, tras los asesinatos, se había atrevido a
acercarse a tres días a caballo de Heorot.
Ésos fueron tres días de escasas alegrías. La nieve
helada cubría la tierra como una costra. Se rompía bajo
los cascos. El cielo era bajo y de un gris uniforme, el aire
estático y crudo. Las casas estaban cubiertas de paja. Los
árboles se alzaban desnudos, excepto los grupos de
abetos. Nadie dijo mucho o cantó demasiado, ni siquiera
alrededor del fuego de campamento antes de irse a
dormir.
Pero cuando vieron su destino, Tharasmund hizo
659

