Page 691 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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Constantinopla,  pero  no  durante  mucho  tiempo.  El

           Errante  pasó  gran  parte  de  ese  periodo  explicando  al


           joven  las  costumbres  romanas.  A  finales  del  otoño

           volvieron  al  norte  y  pasaron  el  invierno  en  la  corte  de

           Fritigerno.  El  vísigodo  pretendía  que  se  bautizara,  y


           Alawin  lo  hubiese  hecho  después  de  ver  las  iglesias  y

           otros edificios majestuosos en el viaje. Al final se negó,

           pero  con  amabilidad,  explicando  que  no  podía


           enfrentarse a sus hermanos. Fritigerno lo aceptó bien, y

           se limitó a decir:



                 —Que pronto llegue el día en que las cosas cambien

           para ti.



                 Llegada la primavera, habiéndose secado el lodo en

           los  caminos,  el  Errante  llevó  a  casa  al  joven  y  a  los


           hombres. No se quedó allí.



                 Ese verano Hathawulf se casó con Anslaug, hija del

           jefe Taifal. Ermanarico había intentado evitar esa unión.



                 Poco  después,  Randwar  buscó  a  Hathawulf  y  le

           preguntó si podían hablar a solas. Ensillaron un par de


           caballos  y  cabalgaron  hasta  los  pastos.  Era  un  día  de

           viento y floración a lo largo de millas de hierba leonada.

           Las nubes se apresuraban blancas por la inmensidad; sus

           sombras  corrían  por  el  mundo.  El  ganado  pastaba  en



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