Page 869 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
P. 869

el soborno: «Puede que nos falte tierra para vivir, pero no

           puede  faltarnos  para  morir».  Llevó  su  tribu  corriente


           arriba hasta el territorio de los téncteros. En una reunión

           masiva  pidió  a  los  brúcteros,  y  a  cualquier  otro  que

           encontrase opresiva la cercanía del imperio, que se uniese


           a él en la guerra.



                 Mientras discutían a su manera semidemocrática, el

           legado llevó las legiones al otro lado del Rin y atravesó el

           mismo  territorio.  Amenazó  con  el  exterminio  a  menos

           que los recién llegados fuesen expulsados. Hacia el norte,


           desde la Germania Superior, marchó un segundo ejército

           para situarse a la retaguardia de los brúcteros. Bajo esa

           tenaza, los téncteros expulsaron a sus invitados.



                 Mejor  que  no  me  sienta  demasiado  moralista.  Estados


           Unidos  cometerá  una  traición  peor  en  Vietnam  con  menos

           razones.







                 El  camino  desembocó  en  algo  vagamente  similar  a

           una carretera, estrecha, marcada, mantenida sólo por los


           pies,  cascos  y  ruedas  que  la  usaban.  Everard  y  Floris

           siguieron sus subidas y bajadas durante horas. Espiando

           invisible desde arriba y con la ayuda de pequeños robots,

           labor  de  cortar  y  probar,  uniendo  pacientemente



                                                                                                         869
   864   865   866   867   868   869   870   871   872   873   874