Page 121 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 121
Documental A, que fue el primero de los dos que realizó
Gottlieb Fischer, siempre le había atraído más que el
segundo. Porque si podía decirse que ambos encerraban
alguna verdad, ésta se hallaba quizás en la versión que
tenía entre las manos. Enterrada, desde luego, bajo un
montón de falsificaciones y patrañas tan enormes, que
resultaba una excepción... y era el detalle que convertía a
ambos Documentales en la fuente primordial y venerada
de todos los hombres de Yance.
Por lo que se refería a decir «mentiras como puños»,
Gottlieb Fischer los había dejado tamañitos a todos. Ni
actualmente ni en el futuro, nadie se atrevería a decir con
seriedad las monstruosas mentiras que dijo Fischer en
aquellos días inocentes y maravillosos, el productor
cinematográfico de la República Federal Alemana,
Gottlieb Fischer (quien había heredado la UFA, la antigua
compañía cinematográfica del Tercer Reich que en los
años treinta del siglo anterior colaboraba tan íntimamente
con los servicios del doctor Goebbels... aquella fábrica
verdaderamente soberbia de convincentes imágenes
visuales), empezó de la manera más espectacular;
aunque, por supuesto, Fischer contaba con grandes
recursos. Ambas organizaciones militares, la del Este y la
del Oeste, le prestaron ayuda económica y técnica... así
como los fabulosos documentales bélicos de la Segunda
Guerra Mundial, que cada bloque guardaba en sus
filmotecas secretas.
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