Page 231 - La Penúltima Verdad - Philip K. Dick
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La penúltima verdad Philip K. Dick 231
constructor de apartamentos? El primer acto...
suspendido al instante.
«Dios mío ‐pensó luego Foote‐. Mi representante,
cuando habló con Louis Runcible, y yo mismo, después
de sostener con él una conversación por videófono, no
sacamos la impresión de que estuviese preparando
medidas tan precisas y eficaces para protegerse. Louis
Runcible parecía completamente desprevenido y
despreocupado en cuanto a los preparativos que se
hacían para tenderle una trampa... ¿Cómo era posible que
hubiera reaccionado tan contundentemente, y en plazo
tan breve?»
Además, Runcible no había comprendido lo que
significaba la muerte de su empleado Robert Hig; aquello
quedó de manifiesto durante su conversación por
videófono.
«Por tanto ‐se dijo Foote‐, es posible e incluso probable
que en los casos de Hig, Lindblom y Arlene Davidson,
ninguno de ellos fuera eliminado por instigación de
Runcible, y ni siquiera con su conocimiento».
Se están tomando medidas para garantizar la seguridad
de Louis Runcible, pero no es él quien las toma. Tal fue la
conclusión a que llegó Foote.
Un tercer hombre que ha pasado desapercibido para mí,
para Runcible y para Brose ‐el tercer hombre por
excelencia‐, ha entrado en la liza y lucha por hacerse con
el poder.
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