Page 39 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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peligrosas. ¿Los estims te dan temblores? —Rosemary
asintió—. Uf, ya ves; confía en mí, te sentirás mejor
cuando comas algo.
—¿Ya has estado en tu habitación? —preguntó
Kizzy—. Yo hice las cortinas, pero si no te gusta la
tela, me lo dices y las arranco de inmediato.
—Todavía no —respondió Rosemary—. Pero he
estado admirando el resto de tu trabajo. No debe de
haber sido fácil añadir la mayoría de esas cosas a un
modelo antiguo.
El rostro de Kizzy se encendió como una bulboluz.
—No, pero ya ves, ¡por eso es tan divertido! Es como
un puzle: tienes que adivinar qué tipo de circuitos
encajarán con los antiguos, añadir nuevos detalles
para hacerlo más acogedor, y sobre todo tener en
cuenta los secretos de la antigua infraestructura para
que no estallemos. —Dejó escapar un suspiro de
satisfacción—. Es el mejor trabajo que existe. ¿Ya has
visto la Pecera?
—Perdona, ¿el qué?
—La Pecera. —Kizzy pareció resplandecer—. Espera
y verás. Es lo mejorcito.
Los ojos atentos de Corbin se fijaron en el técnico de
componentes.
—Jenks, ¡estás de broma!
La lata metálica de Jenks estaba llena de junco rojo.
Había metido un generoso pellizco en una pipa
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