Page 41 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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—Relájate, gruñón —dijo Kizzy—. Lo tendremos
arreglado y listo para la cena.
—La cena es en media hora —replicó Corbin.
Kizzy se llevó las manos a la cabeza. Hizo una mueca
teatral.
—¡Oh, no! ¿En serio? Creía que la cena era a las
dieciocho.
—Son las diecisiete y media.
—¡Joder! Hablamos luego, Rosemary —dijo Kizzy,
sumergiéndose de nuevo en la pared—, tengo trabajo
que hacer. Jenks, súbete a mis hombros, colega, ¡a
toda leche!
—¡Hop! —exclamó Jenks; sujetó la pipa entre los
dientes y trepó.
Corbin siguió por el pasillo sin decir ni una palabra.
—Un placer conoceros —se despidió Rosemary, y fue
tras Corbin.
—¡Lo mismo digo! —respondió Kizzy—. ¡Ah, mierda,
Jenks! ¡Me has tirado ceniza en la boca! —Se oyó un
escupitajo, y un par de risas a coro.
—Es un milagro que no estemos todos muertos —dijo
Corbin, sin dirigirse a nadie en particular. No dijo
nada más mientras seguían por el pasillo. Rosemary
dedujo que la charla banal no era su fuerte. Aunque
el silencio era muy incómodo, tuvo la impresión de
que sería mejor no romperlo.
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