Page 503 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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—No, verás, tú no puedes ser su guardián. —
Rosemary tomó aire. Parecía incómoda—. Hay una
pega. Y es una pega estúpida y burocrática, pero no
podemos evitarla.
—Tú dirás.
—Las leyes de clonación quelin no solo son estrictas;
son… Ni siquiera sé qué palabra usar. Inflexibles.
Apenas tengo una idea superficial, pero parece ser
que los quelin tuvieron una sangrienta guerra
interplanetaria hace algunos siglos, donde se
mezclaron la clonación, la eugenesia y todo tipo de
cosas conflictivas. Hoy en día, no consideran la
clonación solo como una práctica ética turbia. La ven
como algo malvado. Para ellos, la propia existencia de
Corbin es peligrosa. Por lo tanto, sus leyes sobre la
clonación son mucho más exhaustivas que en los
códigos legales de otras especies. Está claro que
pensaron en la posibilidad de que entraran en su
espacio clones de otros lugares.
—¿Y eso quiere decir…?
—Quiere decir que con tratado de la CG o sin él, no
entregarán a Corbin a nadie que pertenezca a una
especie que prohíbe la clonación. Bajo su punto de
vista, le hacen a un favor a esa especie al apartarlos
del resto de la galaxia. —Se aclaró la garganta—. Así
que el único modo de recuperar a Corbin es que su
guardián sea de una especie que no tenga leyes sobre
la clonación.
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