Page 10 - Limbo - Bernard Wolfe
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La mota parecía moverse, pero no estaba seguro.



                  —No —dijo el viejo—. De otro modo, doctor,


                  prognosis no favorable.



                  Sus  rasgos  se  fruncieron  en  un  ceño  más


            profundo, pareció como si una mano aferrara su


            rostro. Volvió a entrar en la jungla para iniciar el


            descenso  por  el  lado  opuesto  de  la  cresta,


            mientras  un  galapo  cruzaba  histéricamente  el


            sendero.



                  En unos pocos momentos hubo alcanzado el


            mojón, una alta columna de escamosa roca casi


            enteramente cubierta de enredaderas y helechos.


            Sentándose con las piernas cruzadas en la maleza,


            gritó en voz tan alta como pudo:



                  —¡Paz a todos! Paz y larga vida. Abrid, aquí


            está  Ubu.  —Ahora  no  hablaba  inglés  sino  el


            gutural, resonante y rico en vocales idioma de los


            mandunji.



                  Frente a él había un peñasco que emergía de la


            base rocosa, oculto de la vista por una maraña de


            brezos.  Giró  hacia  adentro,  brezos  incluidos.


            Agachándose, Ubu penetró en la caverna.



                  —Paz a todos —repitió. Sus manos se alzaron


            en el saludo ceremonial, los dedos extendidos y


            las  palmas  hacia  arriba  como  si  sujetara  una


            bandeja, para indicar que su propietario venía sin

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