Page 11 - Limbo - Bernard Wolfe
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armas y por lo tanto como amigo y lleno de buena
voluntad.
—Paz, Ubu —respondió soñolientamente el
alto joven cuyo cuerpo parecía esculpido en teca.
Bostezó, un abismo cósmico. Luego recordó el
resto del saludo y alzó y extendió a su vez
torpemente las manos. No estaban vacías; en una
había un pincel goteando rojo jugo de fresas y en
la otra una hoja de corteza tundida parcialmente
cubierta por hileras de pintados pájaros minah y
plantas de mandioca. Aparentemente estaba
trabajando en aquel dibujo decorativo cuando
Ubu llegó.
—No... pretendía... ofenderte —dijo con
lentitud, buscando las palabras. Ahora estaba
dándose cuenta, comprendió Ubu, de que había
cometido una seria falta de etiqueta no
vaciándose las manos antes de alzarlas—. Mi
pensamiento estaba muy lejos... Estaba haciendo
un dibujo, y...
Ubu sonrió y le dio una palmada en el hombro.
Al mismo tiempo se inclinó hacia adelante para
examinar la cicatriz en la afeitada cabeza del
hombre, una banda de tejido rosado que
avanzaba ininterrumpidamente desde su frente,
pasando por encima de ambas orejas, hasta su
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