Page 747 - Limbo - Bernard Wolfe
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pronto... ¡claro! ¡Que me condene! —Se echó a
reír—. ¡Claro! ¡Eso es, exacto! Soy un idiota por no
haber pensado por mí mismo en ello... esa es la
auténtica prueba, por supuesto. —Alzó su mano
izquierda, se palmeó firmemente el hombro
derecho, varías veces.
—¿Recuerdas? —No había súplica ahora en la
voz de Theo, sólo terror.
—¡Hasta la última punzada! Así es como
ocurrió... estábamos un poco borrachos, y yendo
de camino a Coney Island pasamos por la tienda
de aquel artista del tatuaje. ¡Claro! Nos detuvimos
allí, y sólo por el deseo de provocarle desafié a
Helder a que se hiciera tatuar algo, y él me desafió
a mí. Tras uno o dos minutos la cosa se nos escapó
de las manos, se convirtió en algo serio, los dos
estábamos demasiado borrachos para controlarlo,
entiéndelo... no había forma de echarse atrás por
ninguna de las dos partes. Así que seguimos
adelante. Yo dije que un tatuaje era una cosa
maravillosa que llevar encima, supongamos que
te caes muerto de un ataque al corazón en medio
de la calle o resultas muerto en un accidente de
coche, todo lo que encontrarán sobre ti puede que
sea tu nombre, y tu nombre no les dice nada
acerca de ti... lo que un hombre necesita es algo
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