Page 121 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Matrimonios  casi  todos  ellos,  algunos  con  hijos,


            pero todos gente curtida, con sobrada experiencia


            para sobrevivir a un invierno en Yukón. Porque la


            experiencia cuenta, había dicho, pero más cuenta la


            compañía. Si estás solo, la crudeza y la soledad se


            convierten en una dentellada mortal de la que no se


            sale sin secuelas mentales.




            Entonces, la línea de sangre que cruzaba la cara del


            extraño  destacó  en  su  rostro  como  un  signo  de


            exclamación. Y recordó el viento; el viento frío que


            provenía de las latitudes donde se asentaba el Pozo,


            la  Planicie  helada  que  tanto  lo  había  afectado


            cuando la visitó en compañía de Herron, y una idea


            pavorosa germinó en su mente: si el hombre estaba



            tan  visiblemente  fuera  de  sí,  ¿de  quién  era  la


            sangre?



            «Matrimonios con hijos, Joe. Gente acompañada».



            Joe buscó en los pantalones del cadáver y no tardó


            en localizar lo que intentaba encontrar: su cartera.


            Allí descubrió que se llamaba David Wright y que


            vivía en Oakfield Road. La foto del documento de



            identidad mostraba un tipo sonriente con arrugas


            alrededor de los ojos, muy distinta de la expresión


            enloquecida  que  lo  había  visitado  esa  noche.


            También  averiguó  que  estaba  casado,  y  en  el


            interior  de  la  cartera,  junto  a  algunas  tarjetas  de





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