Page 122 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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crédito, de almacenes DIY y de descuentos de
gasolineras, encontró una foto familiar.
—Oh, Dios.
Allí estaban papá, mamá y el pequeño David Junior
o como quiera que se llamase, un precioso niño de
cabello pajizo y ojos de un vívido tono de celeste.
Sostenía con una radiante sonrisa un pequeño
muñeco espacial.
Los miró durante un rato, con una suerte de congoja
asomando en la garganta, hasta que resolvió
devolver la foto a su sitio. Lo cierto era que conocía
el camino; debía de estar como a unos dos
kilómetros de allí. No era demasiada distancia ni
aunque la nieve lo sorprendiera en el camino.
A Joe le latía con fuerza el corazón. Un solo
pensamiento tamborileaba con terrible persistencia
en su cabeza: «¿De quién es la sangre? ¿De quién?».
Pensó que podría acercarse a Oakfield Road y
asegurarse de que allí estaba todo bien. Se imaginó
llamando a la puerta con los nudillos, y se imaginó
a mamá Wright abriendo con el pequeño David
Junior, con la mirada llena de cándida inocencia,
mirándolo desde el suelo. «¿Quién es, mamá?, ¿es
papá?». «No cariño, no es papá. Vuelve junto a la
chimenea, cariño». Pero si era así, ¿qué les diría?
«Señora, tengo a su marido en mi casa. No ha
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