Page 127 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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mastodontes negros que el viento hacía susurrar en
un idioma desconocido, como si conspirasen contra
él. Joe decidió andar tan rápido como su fatiga le
permitiese y concentrarse en mirar el suelo. Un
paso tras otro, y nada más. En un momento dado,
sin embargo, se detuvo en seco, quedándose
inmóvil. Intentaba escuchar. Le parecía que había
un sonido extraño en el aire, como el de un
ventilador, o quizá un torbellino.
Quedarse así, parado, le confirmó que estaba en lo
cierto.
Joe se giró, visiblemente nervioso. Lo acuciaba una
repentina sensación de peligro que el sonido
acentuaba a medida que crecía en intensidad. No
parecía cosa del viento, era diferente, como un coro
de voces, el sonido de una algarabía mezclada con
un runrún metálico… o quizá un enjambre. Sí, una
especie de enjambre monstruoso. A ratos también
parecía arrastrar un deje metálico, como el de un
motor.
Fuera lo que fuese, se estaba acercando. Eso podía
sentirlo por el mero sonido, y también por una
sensación extraña en la base del cuello. Un instinto
ancestral le gritaba: «¡Corre!».
Joe, golpeado por la adrenalina, dio un salto hacia
atrás.
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