Page 130 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Cuando el sonido remitió, Joe se quedó tan
estupefacto y bloqueado que parecía plantado en
mitad del camino. Como uno de los árboles que
tenía alrededor. Ni siquiera temblaba, superado
por el miedo que lo atenazaba y le oprimía el
corazón y el pecho. Sin embargo, sus piernas
parecían listas para salir corriendo, movidas quizá
por un inconsciente sentido de la supervivencia.
Finalmente, como si alguien hubiera dado un
pistoletazo, se puso en marcha y se encontró a sí
mismo batiendo la nieve con tanta fuerza que esta
salía despedida como afectada por pequeñas
explosiones. Corría, sí, y le daba igual hacia dónde;
solo deseaba escapar, escapar tan rápidamente y
tan lejos como le fuera posible.
Corrió y corrió, envuelto en el sonido estridente y
sobrenatural que lo llenaba todo, gritando como un
poseso y ciego en su insondable terror. En un
momento dado se encontró avanzando entre los
árboles, aunque no recordaba cómo había llegado
allí. Las ramas y el hielo duro y punzante le
abrieron pequeñas heridas sangrantes en la cara y
las manos, aunque en ningún momento reparó en
ellas. Mientras corría movía los brazos de forma
alocada, como un espantajo relleno únicamente de
paja. El corazón le latía con fuerza y el pecho le
dolía al respirar el aire helado de la noche, pero eso
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