Page 353 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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suavemente. Se quedó de pie, sintiendo que la
temperatura cambiaba otra vez y se hacía mucho
más cálida. La luz era también diferente, y tuvo que
pestañear varias veces para que sus ojos se
acostumbrasen.
Ahora estaba en un lujoso dormitorio decorado con
muebles de estilo colonial. Frente a él había una
enorme cama de matrimonio donde alguien dormía
entre grandes almohadones blancos. Y había luz,
una luz fuerte que entraba por entre las rendijas de
una persiana aderezada con unos delicados visillos
y que dibujaba líneas regulares en las paredes y el
techo. La intensidad de la luz era deslumbrante. Joe
estaba todavía acostumbrándose al nuevo espacio
cuando, de pronto, comprobó que la persona que
estaba echada, una mujer de un pelo negro,
abundante y revuelto, se había incorporado y
estaba mirando hacia él con una expresión atónita
en el rostro.
Joe se quedó petrificado; era la primera vez que
encontraba un ser vivo en uno de los saltos. Estaba
a punto de decir algo cuando, inesperadamente, la
puerta del dormitorio se abrió. Joe palideció; era
otra vez David Wright, sonriente y encorvado.
Entonces, la mujer gritó.
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