Page 140 - El Jugador - Iain M. Banks
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irreales podían producir dolor y picores, pero no podían
ser utilizados. ¿Puedes imaginártelo? ¿Puedes imaginar
eso, hombre de la Cultura con tu recrecimiento incluido
en tus genes alterados y tu corazón retocado y tus
glándulas manipuladas y tu cerebro que se depura y filtra
a sí mismo, y tus dientes impecables y tu perfecto sistema
inmunológico? ¿Puedes?
Mawhrin‐Skel le dejó caer al suelo. Gurgeh sintió la
vibración del impacto en su mandíbula y notó como sus
dientes se clavaban en la punta de su lengua. Un sabor
salado fue invadiendo su boca. «Ahora sí que voy a
ahogarme», pensó. Acabaría ahogándose en su propia
sangre. Esperó la llegada del temor. Tenía los ojos llenos
de lluvia, pero no podía llorar.
‐‐Bueno, pues imagínate eso pero ocho veces peor.
Imagina lo que siento. ¡Estaba preparado para ser un
buen soldado y luchar por todo lo que valoramos, quería
buscar y aplastar a los bárbaros que se agitan a nuestro
alrededor! Y todo eso desapareció, Jernau Gurgeh... Me lo
arrebataron. Se esfumó sin dejar rastro. Mis sistemas
sensoriales, mi armamento, incluso mi capacidad de
memoria... Todo fue siendo degradado minuciosamente
hasta convertirme en un lisiado. Puedo averiguar lo que
hay dentro de los globitos de una partida de Acabado, te
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