Page 224 - El Jugador - Iain M. Banks
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la impresión de que el Bribonzuelo era la única nave que
podía llevar a Gurgeh hasta las Nubes con el tiempo
suficiente para que se sometiera al largo y complejo
proceso de matriculación y pruebas preliminares.
‐‐¡Brindo por Gurgeh!
Hafflis echó la cabeza hacia atrás y se llevó la botella a
los labios. Todos los invitados se unieron al brindis
bebiendo de una docena de tipos distintos de cuenco,
copa, vaso y jarra. Hafflis fue oscilando sobre sus talones
aumentando lentamente el ángulo de inclinación hacia
atrás a medida que apuraba la botella. Algunos invitados
gritaron advertencias o le arrojaron trocitos de comida.
Hafflis tuvo el tiempo justo de apartar la botella de su
boca y chasquear sus labios manchados de vino antes de
perder el equilibrio y desaparecer detrás del parapeto.
‐‐Oops ‐‐dijo su voz desde un poco más abajo.
Dos de sus hijos más jóvenes abandonaron la partida
del juego de las tres tazas con que estaban entreteniendo
a un enumerador estigliano considerablemente perplejo,
fueron corriendo al parapeto y rescataron a su ebrio
progenitor del campo de seguridad. Hafflis dio unos
cuantos pasos tambaleantes por la terraza y se derrumbó
en su asiento riendo a pleno pulmón.
Gurgeh estaba sentado entre la profesora Boruelal y
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