Page 287 - El Jugador - Iain M. Banks
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Eá, en el Imperio de Azad.
Gurgeh contuvo el impulso de torcer el gesto, alzó las
dos manos (los libros explicaban que el gesto servía para
demostrar que no llevabas armas) y empezó a hablar.
‐‐He puesto los pies sobre el suelo sagrado de Eá y me
siento muy honrado ‐‐dijo articulando cuidadosamente
las palabras en eáquico.
‐‐Bravo, un comienzo soberbio ‐‐murmuró la unidad.
* * *
El resto de la ceremonia de bienvenida fue como una
especie de sueño febril. Gurgeh sintió que la cabeza le
daba vueltas. Permaneció inmóvil sudando bajo los
calientes rayos de la potente estrella binaria que ardía en
el cielo (sabía que se esperaba que pasara revista a la
guardia de honor, aunque nadie le había explicado cuál
era el objetivo de esa inspección y qué debía buscar
mientras la llevara a cabo) y cuando entraron en los
edificios del campo de aterrizaje para dar comienzo a la
recepción oficial los olores extraños le hicieron sentir con
una fuerza muy superior a la que había creído posible que
se encontraba en un lugar nuevo y distinto a todos los que
había conocido hasta entonces. Le presentaron a
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