Page 662 - El Jugador - Iain M. Banks
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juego perfectamente lícito estaba allí, como si fuera un
sabor, una pestilencia o una niebla silenciosa suspendida
sobre el tablero.
Gurgeh comprendió que su reacción había sido
justamente la que Nicosar esperaba ver. Había intentado
salvar piezas, hacer movimientos razonables, meditados
y conservadores y, en cierto sentido, incluso había
intentado ignorar la forma en que Nicosar empujaba
despiadadamente sus piezas al matadero mientras iba
arrancando fragmentos del territorio de su oponente
como si fueran otras tantas tiras de carne ensangrentada.
Gurgeh había estado intentando desesperadamente no
usar el estilo de juego del Emperador. Nicosar estaba
jugando una partida tosca, dura, dictatorial y no
demasiado elegante, y había supuesto que una parte del
hombre de la Cultura no querría tomar parte en ella. El
desarrollo de la partida había demostrado que estaba en
lo cierto.
Gurgeh empezó a examinar la situación y fue
evaluando las posibilidades que le ofrecía mientras hacía
unos cuantos movimientos de bloqueo no muy bien
conectados entre sí para darse tiempo a pensar. El
objetivo del juego era ganar, y Gurgeh lo había olvidado.
No había nada más que importara; y tampoco había nada
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