Page 660 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 660
lo que había ocurrido fue encendiéndose en su interior
como un amanecer que aumenta de intensidad hasta
convertirse en nova, como un hilillo de datos cuyo caudal
se va incrementando hasta convertirse en arroyo, río,
marea y tsunami. Su siguiente tanda de movimientos fue
casi automática. Eran movimientos de reacción, no partes
bien meditadas de su estrategia por muy limitada e
inadecuada a la situación actual que ésta hubiera
demostrado ser. Tenía la boca seca y le temblaban las
manos.
Naturalmente. Esto era lo que se le había estado
escapando, ésta era la faceta oculta tan clara, evidente y
colocada ante los ojos de todo el mundo que resultaba
perfectamente invisible. Era tan obvia que no podía ser
comprendida ni expresada con palabras. Era tan sencilla,
tan elegante, tan pasmosamente ambiciosa y al mismo
tiempo tan fundamentalmente práctica, y encajaba tan
bien con lo que Nicosar creía era el núcleo y el alma del
juego...
Si esto era lo que había planeado desde el comienzo de
los juegos, no le extrañaba que tuviera tantas ganas de
enfrentarse al hombre de la Cultura.
Incluso los detalles sobre la Cultura y su tamaño y
poderío reales que sólo eran conocidos por Nicosar y un
659

