Page 102 - El Jugador - Iain M. Banks
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el nivel de receptividad de tu piel, la composición de la

            firma feromónica que estás emitiendo, el estado funcional


            de tus redes de neuronas...?

                  Gurgeh se detuvo en el centro del tramo de peldaños

            que estaba ascendiendo y la unidad se calló.


                  Gurgeh se volvió hacia la unidad, entrecerró los ojos y

            contempló  a  Mawhrin‐Skel  por  la  rendija  de  los

            párpados. Podía oír las notas musicales que llegaban del


            lago,  y  el  aire  nocturno  estaba  impregnado  de  los

            potentes perfumes de las flores. Las luces colocadas en las

            balaustradas de piedra iluminaban el rostro del jugador

            desde  abajo.  Los  ocupantes  de  la  terraza  empezaron  a


            bajar por el tramo de peldaños riendo y bromeando. El

            torrente  humano  se  escindió  al  encontrar  el  obstáculo

            representado  por  Gurgeh  como  las  aguas  de  un  río

            cuando chocan con una roca, y las dos hileras de gente


            volvieron  a  unirse  después  de  haberle  dejado  atrás.

            Mawhrin‐Skel  se  dio  cuenta  de  que  quienes  pasaban

            junto  a  Gurgeh  se  callaban  de  golpe  y  permanecían


            durante unos segundos sumidos en un extraño silencio.

            Gurgeh siguió tan inmóvil como una estatua respirando

            de  forma  lenta  y  regular  y  Mawhrin‐Skel  acabó


            rompiendo el silencio con una risita.

                  ‐‐No está mal ‐‐dijo la unidad‐‐. No está nada mal... No






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