Page 133 - La Nave - Tomas Salvador
P. 133
deducción! El talento, la inteligencia es, pues, la
capacidad de predecir las consecuencias de ciertos
actos meditados previamente y de los cuales debe
resultar el fin lógico que los agentes empleados
determinan. Y más todavía: puede llegarse a
consecuencias desconocidas, pero previsibles,
alterando las proporciones de los agentes
provocadores...
¡Es todo un mundo lo que se abre ante mí! Pero,
vuelvo a decirlo, cada vez es mayor mi cansancio,
mi temor, incluso mi desconsuelo. La Nave está
acomodada a una Ley y sin duda yo alteraría...
He aquí que un guardián está en la puerta,
diciendo que Mei‐Lum‐Faro me llama. Debo acudir
al mandato del Señor de la Nave.
G‐XXIII: 10010
Mei‐Lum‐Faro me necesitaba porque ha vuelto el
wit que en su magnanimidad había permitido
marchar. Indudablemente, el Señor de la Nave no
debía de tener interés alguno en que el wit volviera,
y su acto fue pura generosidad. Pero el albino lo ha
interpretado literalmente y ha vuelto para decir que
son cerca de cinco mil los wit que habitan en las
cuevas. «Ve, señor —dijo—, que somos muchos y
necesitamos más de lo que tenemos.» «Ciertamente,
sois demasiados —ha dicho Mei‐Lum‐Faro—,
133

