Page 177 - La Nave - Tomas Salvador
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—¿No tienen jefe? —preguntó, reconociendo que
durante el tiempo pasado habíase interesado muy
poco por el extraño mundo en que vivía.
—¡Claro, diez o doce! Uno por familia. Son
familias, ¿sabes?, y aunque vivan en lugares
distintos se conocen unos a otros, y se ayudan. Sad
es de la misma familia que Dina.
—Sad... Tristeza. ¿Por qué la llaman así?
—Es una mujer triste, verdaderamente. No sé
más...
Reaccionó violentamente:
—Está bien, Abul; dejemos las mujeres.
—Como quieras, Shim.
Tenía multitud de cosas que preguntar, y también
muchas cosas que decir. Pero su misma
multiplicidad le anonadaba. Quizás hubiera
deseado que no fuera Abul su primer confidente.
—¿Cómo hacen los wit la luz‐caliente?
Abul rió, divertido.
—Siempre te está preocupando la luz. Es sencillo.
Las mujeres las hacen. Hacen falos. Los wit los
llaman falos, y también falux. Los hacen con las
grasas de la proteína, el ácido láctico y otras cosas.
Es muy fácil. Ya lo verás. Lo echan en un molde, con
una libra de amianto y lo dejan secar. Luego, no hay
más que encender la punta.
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