Page 199 - La Nave - Tomas Salvador
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aquellas carcajadas les fuese la misma vida.
Kalr dudó, empezó a reír con risa de labios y
dientes. Pero terminó a carcajada limpia, como los
demás. De todo lo que estaba viendo y
comprendiendo, era lo que más le sorprendía. Los
wit, indudablemente, habían descubierto el secreto
de reírse de sí mismos. Y lo que más gracia le hacía
eran las alusiones a las mujeres, a la sexualidad, a la
vida latente. Lo que tenía de kros y lo que tenía de
hombre entregado a una tarea que había excluido a
las hembras de su vida, le impedían comprender
aquel humor grosero, pero de evidente vitalidad.
Rió también, pero con risa de labios y dientes.
Cuatro
FAMILIA YLUS
—Y me hablaban de una manera infantil. Todos
querían llevarme consigo. ¿Por qué, Abul? Todas
esas familias, ¿son, verdaderamente, tan diferentes
entre sí? ¿Es que puedo haberles conmovido hasta
desear todos que vaya con ellos? ¿Me escuchas, por
favor?
Abul, que parecía escuchar a Dina, respirar a Dina
—que mientras ellos hablaban se movía en
derredor, preparando la comida—, estaba, sin
embargo, lo suficientemente atento para entender.
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