Page 221 - La Nave - Tomas Salvador
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el don de la palabra, que vivían en las aguas, la
tierra y el aire; pero fueron naciendo esos otros
pequeños, que nos muerden cuando estamos
dormidos; al ir cubriendo el cielo les fue faltando
agua y tierra, y entonces idearon trabajar hacia
abajo, hasta cubrir todo su país de calles, túneles,
cámaras y rampas, de arriba y abajo, de un lado a
otro lado. Y así siguieron trabajando durante
incontables generaciones. El Señor de los Símbolos,
de cuando en cuando, les enviaba un mensajero, un
símbolo nuevo, para advertirles de su locura; pero
los hombres no hacían caso y aprovechaban los
símbolos para lo que estaban haciendo. Al fin,
lograron terminar su labor. Pusieron un techo de
metal a cada parte de su País y por dentro lo dejaron
hueco. Así terminaron con casi toda la tierra y casi
toda el agua, con la luz y otras cosas que a nosotros
nos es imposible imaginar; pero estaban contentos,
porque en verdad habían logrado una maravillosa
máquina. Cuando estuvo terminada, no todos
estaban conformes en salir al aire, pero ya era
imposible volver atrás, porque habían cambiado su
país, y los hombres descubrieron que la materia no
puede ser recreada. Y así, los hombres que eran
buenos en el fondo, se volvieron egoístas y duros.
Empezaron a reñir por los mejores puestos de la
Nave, empezaron a sufrir enfermedades que antes
no conocían. No obstante, eran fuertes y duros y
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