Page 386 - La Nave - Tomas Salvador
P. 386
Dijo, y calló, sumido en grave unción y suave
acento. Los wit le saludaron, alzados y encendidos.
—Gracias. Karim. Es preciso que el destino se
cumpla.
Dijo Shim, en forma recogida y entera.
—Pero una grave ausencia os debo denunciar.
Los guardianes no han venido ni querido aceptar
nuestra misión. Han elegido al capitán Dui‐La
por sucesor de Faro. No quieren tus razones.
Son los menos; pero fuertes son. No desean
un destino cambiado. Si tú no lo remedias, Shim,
gobernarán al pueblo, que nada sabe y quiere.
¿Qué hacemos? Nosotros, los varones sensatos,
te queremos a ti. ¿Cómo hacerte Navarca de
hombres
divididos? ¿Cómo llevar la guerra a nuestra
propia raza? Dinos, Navarca, ¿qué hacemos?
Dijo Karim, de miedos e ignorancias vencido.
—¿Dónde están los guardianes insumisos? ¿Qué
hacen?
—Están en su cuarteles. Praparan la conquista.
Meditó Shim la nueva circunstancia. Y dijo:
—Tienes razón. No es posible la guerra. No
quiero
violencia ni un pueblo sometido. Los guardianes
deben ser sin sangre reducidos. Tengo una idea.
386

