Page 307 - Triton - Samuel R. Delany
P. 307
azules como el acero a la media luz, se alzó de entre sus
rodillas y aleteó por el prado..., mariposas, se dio cuenta,
tras recordarlas de algunas fotos de su infancia, alguna
visita adolescente a un museo. Había tantos olores (y tan
extraños) como en la ciudad. La mayoría de ellos
parecían pertenecer a diversos grados de
descomposición..., productos de una lenta podredumbre
antes que la rápida que se había acostumbrado ya a
asociar con las zonas más densamente populosas de
aquel mundo.
Fuera donde fuese el lugar al que iban, debía de estar
bastante lejos, puesto que en todo aquel espacio abierto
Bron fue incapaz de verlo. (Todavía estaba mortalmente
cansado.) Pero el paisaje contenía barrancas y lomas y
montículos que, debido a que nunca había andado
realmente entre ellos antes, no veía hasta que estaba
encima, o debajo, o delante de uno.
Dos personas venían por el centro del camino. Desde
su trenzado pelo hasta sus encostradas botas, eran la
gente más sucia que Bron había visto desde Fred.
Una de ellas no dejaba de meterse el dedo medio bajo
los cristales de una especie de cosa parecida a unas gafas
perchada sobre su nariz. (La suciedad, sin embargo, no
era negra o gris, sino más bien amarronada.) La otra
llevaba un sombrero, con el ala (¡!) echada hacia atrás
sobre su cabeza.
306

