Page 306 - Triton - Samuel R. Delany
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El hombre salado, de aspecto amargo y color
amarronado que se lo sirvió (de una dentada olla de
latón) llevaba una camiseta rota y un delantal
deshilachado, ambas cosas manchadas y salpicadas
con..., ¡eso era sangre! ¿Procedente de alguna matanza
ritual de ganado? Incómodo, con el cálido cuenco sujeto
con ambas manos, Bron bebió un poco más de caldo.
—Las excavaciones arqueológicas están por aquel
lado. El centro del pueblo está por ese otro. —El salado
índice de color marrón apuntó vagamente hacia una
ventana a la que le faltaba uno de los cristales
superiores—. Pueden hallar acomodo por ahí. —Bron
tuvo la impresión de que el ángulo entre excavaciones,
centro y acomodo era de menos de un segundo de arco.
Lo cual quedó resuelto con—: Simplemente sigan un
trecho ese camino —señalando en la misma dirección—
y llegarán a los tres sitios. No hay mucho que hacer aquí,
pero probablemente ya lo saben; por eso han venido..., al
menos por eso es por lo que dicen que vienen la mayoría
de los turistas.
Fuera, echaron a andar por un lado del camino.
—Hay tan poco aquí —comentó Sam, feliz—, ¡y sin
embargo es tan fuerte!
La hierba susurraba a su alrededor. Un insecto
revoloteó zumbando entre ellos. La brisa tamborileaba
contra ellos, y una bandada de cosas con alas de papel,
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