Page 37 - Triton - Samuel R. Delany
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colgaban fláccidas a la izquierda, tensas a la derecha, con

           la montura vuelta hacia ellos.


                Alguien  había  colocado  una  lámpara  de  mano,  de

           foco  giratorio,  sobre  la  gravilla;  creaba  un  brillante

           charco de luz sobre el acuchillado muslo del jinete. Las


           escamas de la bestia estaban tensas allá donde el cuello

           del animal se volvía hacia fuera, y contraídas allá donde


           una de sus patas se doblaba.

                Había una docena de personas cerca del fuego. Una

           mujer, sentada sobre una caja, daba de mamar a un bebé:


           la tela de su blusa se alzaba y descendía al cálido soplo

           del ardiente bidón.

                Bron  vio  la  cuerda  que  descendía  de  las  tinieblas


           sobre  sus  cabezas...,  oscilando.  Sólo  pudo  seguirla

           durante unos diez metros; lo cual significaba que podía

           estar atada a un soporte oculto en la oscuridad a once


           metros sobre ellos, o a más de cien. (Por la frecuencia de

           las oscilaciones, lo más probable eran doce.) Una figura


           se estaba deslizando, lentamente, hacia abajo: cadenas de

           oro colgaban de los anillos de los dedos de sus pies. Al

           final de cada una de ellas, pequeños espejos giraban a la


           luz del fuego (puntos de fuego recorrieron el mural); la

           cuerda se deslizaba en torno a su tobillo, en torno a su


           cintura,  en  torno  al  brazo  elevado  por  encima  de  su

           cabeza,  mientras  seguía  descendiendo  al  resplandor  y

           observaba  la  compañía.  Era  una  mujer.  Cuando  se




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