Page 414 - Triton - Samuel R. Delany
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locura desde el principio. ¡Ella tenía que estar loca! En

           primer lugar, si pensaba realmente que él había hecho


           todas  esas  cosas  de  las  que  le  acusaba  en  la  segunda

           parte,  ¿por  qué  había  pasado  el  tiempo  con  él?

           Evidentemente,  no  podía  creer  en  las  cosas  que  decía.


           ¿Por  qué  las  decía,  entonces?  ¿Por  qué  siquiera  las

           sugería?  ¡Todo  no  era  más  que  locura,  maldad!  Todas


           aquellas estupideces acerca de la luz de la luna y ayudar

           a  los  demás.  (¡Y  luego  ella  le  había  rechazado  con  un

           codazo,  para  meterse  en  la  cama  con  alguien  a  quien


           pudiera contarle lo horrible que era él!) ¿Cómo podía él

           haberse encaprichado de una persona tan evidentemente

           trastornada y enferma como...?


                Fue entonces cuando la mujer que iba vestida en el

           banco al otro lado frente a él se puso en pie, se tambaleó

           un paso hacia delante, se aferró la garganta y emitió un


           sonido estrangulado.

                Bron alzó la vista y efectuó una profunda inspiración


           para  dominar  su  ira:  no  le  alivió.  Y  sus  oídos  estaban

           dolorosamente taponados.

                En algún lugar al otro lado de la plaza, alguien gritó.


                Entonces notó crecer una brisa en tomo a su cuello. Y

           crecer.         Y       crecer.          Y       crecer...          Bron          se       puso


           tambaleantemente en pie. ¡La guerra!, pensó. ¡Tiene que

           ser...! El fuerte viento tras él le empujó tres pasos hacia

           delante. La carta le fue arrancada de las manos con un




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