Page 549 - Triton - Samuel R. Delany
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sala ‐cruzándose con los de ella y siguiendo su camino,
pero su vientre se contrajo cuando lo hicieron‐ para
dirigirse hacia el aún más tumultuoso bar «pasivo».
Adelante, pensó ella. ¡Adelante!
¡Realmente, ya era hora de irse! Pero él estaba allí,
como todo lo que ella podía recordar haber imaginado,
tan nuevo como el ahora y tan familiar como el deseo.
Observó, murmurando para sí misma, sabiendo que lo
había conocido mientras reía entre sus amigos
bebedores, las oscuras cejas concentradamente fruncidas
sobre un problema cuya solución podía hacer rodar
mundos fuera de sus órbitas, relajadamente dormido en
una cama que habían compartido para aquella noche, sus
ojos cruzándose con los de ella con una expresión que
abarcaba toda la indiferencia del ahora pero respaldada
por la compasión de lo inexpresablemente fuerte, lo
inefablemente sabio, y el conocimiento de medio año de
camaradería.
Se apartó del bar y echó a andar hacia él, pensando:
¡No debo! Yo..., y se abrió camino rápidamente entre dos
personas, con su garganta seca por el temor de que,
mientras ella se volvía para disculparse aquí, pedir
perdón allí, él pudiera marcharse. ¡Ella no podía hacer
esto! Todo esto era terrible y desesperadamente
equivocado. Pero ya se estaba abriendo camino entre los
dos últimos ahora, ya lo alcanzaba, ya podía tocar su
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