Page 64 - Triton - Samuel R. Delany
P. 64
un lugar así para vivir. Esta ilusión duró otro mes. No,
una de las razones de que Sam estuviera fuera tanto
tiempo entre sus visitas (explicó Sam una tarde) era que
formaba parte de una próspera comuna familiar (el otro
quinto de la población) de cinco hombres, ocho mujeres
y nueve niños en Lux (en Japeto), la más grande de las
dos ciudades de satélites que llevaban este nombre.
Sam pasaba una semana allí, tres días aquí en Tritón,
y cuatro días en varios otros lugares, que era como se
dividían generalmente sus quincenas. Ante eso, Bron
(estaban todos: Bron, Sam y Lawrence, bebiendo en uno
de los nichos de conversación de la sala común) había
desafiado a Sam (más bien borracho):
—Entonces, ¿qué haces colgado de una pandilla de
gorrones, neuróticos, retardados mentales y no afectivos
como nosotros seis días al mes? ¿Te hace sentir eso
superior? ¿Te recordamos lo maravilloso que eres?
(Algunos otros en la sala habían alzado la vista; dos,
pudo decir Bron, estaban claramente no mirando.) Sam
dijo, con el rostro perfectamente inexpresivo:
—En las coops no específicas unisexuales, la gente
tiende a ser mucho menos politizada. En el trabajo, estoy
en medio de las confusiones Satélites Exteriores/Mundos
Interiores las veinticuatro horas del día. En una de
vuestras coops comillas normales cierra comillas, con
heteras, gays, mixtos u hornos, tendría que estar
63

