Page 193 - Anatema - Neal Stephenson
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que me dije que no estaba sintiendo nada sobre Cord que


          fuese inapropiado para una frater.

            Orolo me recordó que Cord era toda la familia biológica

          que  me  quedaba,  por  no  mencionar  que  era  la  única


          persona  que  conocía  realmente  extramuros,  y  me

          garantizó que era normal y saludable que pensase mucho

          en ella.


            Le  hablé  de  las  conversaciones  que  había  tenido

          recientemente  acerca  de  mis  dudas  sobre  todo  tipo  de

          detalles de la Disciplina y la Reconstitución. Me aseguró


          que era una tradición no escrita de Apert. Era un momento

          para que los avotos lo manifestasen todo, de forma que no


          tuviesen  que  preocuparse  por  esas  dudas  durante  los

          siguientes diez años.

            Caminó más despacio hasta detenerse cuando girábamos


          en el extremo noreste.

            —¿Sabías  que  vivimos  en  un  lugar  hermoso?  —


          preguntó.

            —¿Cómo podría no saberlo? Todos los días voy a la Seo,

          veo el presbiterio, cantamos el anatema…


            —Tus  palabras  dicen  que  sí,  tu  modo  de  estar  a  la

          defensiva  indica  otra  cosa  —dijo  Orolo—.  No  has  visto

          esto. —Hizo un gesto hacia el noreste.


            La cordillera de montañas que se alejaba en esa dirección

          quedaba  oculta  en  invierno  por  las  nubes  y  durante  el

          verano por la neblina y el polvo. Pero entonces estábamos


          entre verano e invierno. La semana anterior había hecho



                                                                                                          193
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