Page 290 - Anatema - Neal Stephenson
P. 290
Los examinadores eran tres. Sur Trestanas no estaba
entre ellos. Al principio me sentí aliviado, luego irritado.
Acababa de sacrificar un mes de mi vida en esa penitencia
y había perdido cualquier opción de entrar en la Orden de
Sante Edhar. Lo menos hubiese sido que diera la cara.
Empezaron haciéndome algunas preguntas trampa sobre
el capítulo dos, con la esperanza de que me lo hubiese
leído a toda prisa durante el primer día y lo hubiese
olvidado. Pero había previsto aquello y, el día antes, había
pasado un par de horas repasando los primeros tres
capítulos.
Cuando recité los decimales de Π, del 127 al 283, se les
quitaron las ganas de luchar. Sólo pasamos dos horas con
el capítulo cinco. Fueron excepcionalmente indulgentes.
Pero Eliger lo había retrasado todo. Nos acercábamos al
solsticio, así que oscureció pronto, lo que hacía que
pareciese todavía más tarde. Podía oír cómo a los
examinadores les protestaba el estómago. El jefe del
tribunal era fra Spelikon, un jerarca en su séptima década
a quien no habían nombrado Guardián Regulante porque
habían designado para el cargo a sur Trestanas. En el
último minuto pareció decidir que no me habían torturado
lo suficiente y ofreció algo de resistencia. Pero solté de
inmediato la respuesta a su primera pregunta, y los otros
dos examinadores dejaron claro con sus posturas y tonos
de voz que el examen había terminado. Spelikon recogió
sus gafas, las sostuvo delante de la cara y leyó lo escrito en
290

