Page 295 - Anatema - Neal Stephenson
P. 295

Habían  pasado  diez  años  y  un  par  de  meses  desde  la

          última vez que había visto una imagen en movimiento,

          pero todavía recordaba esas escenas en que un hombre del


          espacio entra en el bar de un espaciopuerto, o un jinete

          entra en un salón polvoriento y, por un momento, se hace

          el silencio. Así pasó cuando entré en el Refectorio.


            Había  llegado  pronto…  un  error,  ya  que  no  tenía

          posibilidad  alguna  de  escoger  con  quién  sentarme.

          Algunos edharianos habían llegado pronto y controlaban


          unas  cuantas  mesas,  pero  apartaron  la  vista  cuando  los

          miré.  Me  puse  en  la  cola  tras  un  par  de  cosmógrafos


          edharianos, pero me dieron la espalda y se dedicaron a

          discutir,  con  efusividad,  una  demostración  nueva  que

          habían encontrado en los diez años de libros y revistas que


          habían dejado en la puerta de la Biblioteca durante Apert.

            Esa noche tocaba a los Antiguos Faanianos Reformados


          servir  la  cena.  Arsibalt  me  sirvió  un  cucharón  extra  de

          guiso y me dio la mano… el primer recibimiento cálido.

          Acordamos hablar más tarde. Parecía feliz.


            Opté por sentarme a una mesa libre y ver qué pasaba. A

          los pocos minutos me fueron rodeando fras y sures del

          Nuevo Círculo, y cada uno tenía algún comentario jovial


          sobre mi periodo en la celda.

            Tras un cuarto de hora, fra Corlandin apareció cargado

          con  algo  antiguo,  oscuro  y  cuarteado,  como  un  niño







                                                                                                          295
   290   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300