Page 515 - Anatema - Neal Stephenson
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—Sí, pero…
—Tiene razón —dijo otro cliente, un conductor que
acababa de llegar en un drumón de larga distancia. Los
satélites están desactivados. La mía tampoco indica la
posición. Ninguna puede. —Rio—. ¡Has escogido un mal
día para comprar una nueva cartabla!
—Entonces, ¿esto empezó a pasar anoche?
—Sí, como de madrugada. No te preocupes. ¡Los Poderes
Fácticos dependen de esas cosas! Los militares. No saben
arreglárselas sin ellas. En nada lo habrán solucionado.
—Me pregunto si tendrá alguna relación con las luces
rojas que anoche iluminaban los… relojes —repuse, sólo
para ver qué dirían—. Lo he visto en el motus.
—Eso fue uno de sus festivales… es un ritual o algo —
dijo el dependiente—. Es lo que he oído.
Lo que fue novedad para el otro cliente, y por tanto le
pregunté al dependiente dónde lo había oído. Tocó un
cismex que llevaba colgado de una cinta alrededor del
cuello.
—La emisión matutina de mi arca.
La pregunta lógica a continuación hubiese sido:
«¿Guardián del Cielo?» Pero manifestar algo más de
curiosidad podría haberme identificado cómo un huido
del concento. Así que me limité a asentir y salí de la
estación de combustible. Luego guie a Barb y a Jad en
dirección a la sala de máquinas.
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